Ser una persona altamente sensible en un mundo donde todo apunta a que seamos precisamente, todo lo contrario es muy duro de sobrellevar. Para las personas que no saben qué pueden tener PAS puede incluso a ser insoportable el dolor que les causa la incomprensión social que hay sobre su profunda sensibilidad.
Si crees que puedes ser altamente sensible o conoces a alguien en tu entorno que podría serlo, lee este artículo y no dudes en ponerte en contacto con alguna asociación o especialistas para que te ayude a gestionar este rasgo y le saques el provecho que se merece.
CARACTERÍSTICAS DE UN PAS
Aproximadamente entre un 15 y 20 por ciento de la población tiene alta sensibilidad, es más frecuente de lo que creemos, el problema de ser PAS es el desconocimiento de que eres una persona con este rasgo, ya que puedes sufrir muchísimo e incluso no saber como gestionarlo puede causarte depresión, ansiedad…
De la misma manera que podemos decir que una persona es más alta que otra y así sucesivamente con otros rasgos, con la sensibilidad ocurre lo mismo, hay personas que son más sensibles que otras, es un rasgo neutro.
La sensibilidad se percibe de dos maneras; la emocional y la que nos viene a través de nuestros sentidos. La diferencia de percepción viene a través de nuestro sistema nervioso, el funcionamiento y la actividad continua de las neuronas espejo (que tienen una función social) y cómo funciona el sistema receptivo de nuestro cerebro que procesa toda la información. La Ínsula también trabaja más, relacionada con el sistema límbico, es la que aporta una visión más íntima y profunda de la realidad. Simplemente, el cerebro de un PAS trabaja de una forma distinta.
¿CÓMO PUEDE AFECTAR EN TU VIDA?
-Profundidad de procesamiento, los PAS asimilan todos los matices y sutilezas que los demás no captan, más unidos al inconsciente por la información que reciben, viven la vida en comunicación continua y profunda con su interior, lo que les permite vivir una vida más significativa y plena, aunque también pueden transitar por las partes más oscuras si no hay una buena gestión.
-Intensa respuesta emocional, empatía, la alta percepción de los sentimientos de los demás, sobreactivación, o autoexigencia puede hacer que entres en un bucle de pensamientos y emociones que no te favorecen y causen otros síntomas. Sin embargo, la capacidad de entender los procesos ajenos y la respuesta emocional proporciona a su entorno un gran acompañamiento,
-Sensibilidad sensorial, eres más sensible a las cosas sutiles de tu entorno (puedes detectar cuando alguien no está cómodo, cuando ocurre algo o disfrutar intensamente de la gota del rocío sobre la hoja en la madrugada…) eso hace que seas más propenso para ayudar a los demás.
-Sobreestimulación, Las aglomeraciones, debates o discusiones, exceso de ruidos, olores, noticias de TV puede ser demasiado abrumador y estimulante. Poner límites es una buena manera para no sobrecargarte ante los estímulos que te pueden abrumar. Dedicarte un tiempo para ti mismo, la meditación, aceptar tu sensibilidad y compartirla abiertamente para que puedan entenderte y respetarte.
QUE HACER SI ERES ALTAMENTE SENSIBLE
Tomar conciencia que eres una persona con este rasgo es fundamental para aceptarlo y poder gestionarlo correctamente para convertirte en un auténtico diamante.
El Autoconocimiento es fundamental, ser sensible es un rasgo que tienes entre otros muchos y ser sensible es algo que forma parte de ti y no es malo, debes encontrar la fortaleza que hay en la sensibilidad, cuidarla en las situaciones que pueden afectarte poniendo límites y úsala a tu favor.
Empieza de nuevo, entiende que aunque ahora has tomado conciencia de lo que te ocurre, la sensibilidad seguramente siempre ha estado en tu vida desde que te recuerdas. Observa todas las cosas que ahora puedes entender, sanar, perdonar en tu vida y cómo gracias a la aceptación pueden cambiar muchos aspectos de tu vida, gestionarlos y colaborar con los demás, siendo más auténtica que nunca. Reconoce tu sensibilidad con normalidad ante la sociedad, porque no es un defecto, es un rasgo neutral.
Aprende a cuidarte, debes permitirte saber dónde están tus limitaciones, prioriza descansar cuando lo sientas, se trata de que tengas en consideración que tu sensibilidad es un factor que siempre tienes que tener en cuenta. Para evitar él estrés, la ansiedad y la depresión, el pánico o el aislamiento, debes respetar tus espacios, tu ritmo, evitar estar en lugares donde te sobresaturas y entender que no es ninguna limitación para conseguir tus objetivos. Necesitas estar en equilibrio, aprender a vivir en tu propio ecosistema, disfrutar de tu sensibilidad porque bien gestionada puedes disfrutar y amar profundamente la sutileza y la maravillosa experiencia que es la vida.
APROVECHA TU RASGO
El mundo te necesita, necesita que participen personas sensibles, ya que son grandes consejeros, escritores, oradores, facilitadores, jueces, filósofos, psicólogos, artistas, inventores, maestros, padres…
Las personas altamente sensibles se deben proteger más a sí mismas para sacar el máximo potencial para poder compartirlo y promoverlo por el mundo, mostrando la vida interior, la que tanto necesita nuestro mundo para evolucionar hacia un conocimiento superior en donde la ética, el respeto, la paz, la comprensión, la justicia y el amor sean las principales prioridades para que vivamos en un mundo más amable.
Disfruta de tu rasgo de personalidad, ya que tu lenguaje tan profundo, tan puro y la intensidad de sentimientos, aunque aparente no ser la imagen de idílica felicidad que todo el mundo anhela, es el camino de una humanidad consciente.
