Una de las energías más transformadoras que el ser humano tiene a su disposición es el Amor. Algo tan conocido por todos, sin embargo, parece ser también una de las energías más incomprendidas, quizás por su sencillez.
Parece ser que todos creemos saber lo que es el amor, pero… ¿Somos capaces de amarnos libremente sin condicionamientos sociales?
LO QUE VEMOS DE LA VIDA
Lo que cada uno cree que es el amor, lo interpreta según su percepción, esta energía nos viene como un efecto reflejo, pensamos que lo que estamos viendo fuera de nosotros no tiene nada que ver con quienes somos, es más, incluso podemos llegar a sentirnos víctimas o verdugos. Identificarnos, excusarnos y lavarnos las manos, no es la solución para que cambie lo que estemos experimentando en estos momentos que tanto rechazamos.
Es evidente que el ser humano está cambiando continuamente y con él, la sociedad, la cultura, las estructuras familiares… y cada vez con mayor velocidad. Si observamos como eran las creencias, la cultura y la sociedad de nuestros abuelos, es suficiente para poder comprender cuánto ha cambiado la vida. Afortunadamente, el ser humano, además de buscar mayor comodidad y supervivencia, también va en la búsqueda de libertad (tarea que parece ser la más complicada).
¿Cómo es posible que en la época que estamos con todo lo que se sabe aún pueda existir la violencia, acoso, desigualdad, abuso, explotación, censura …? ¿Cómo es posible que pueda haber alguien que se sienta más que otro? ¿Cómo poder confiar, vivir en paz y encontrar el verdadero amor con tantos frentes abiertos?
Ciertamente, es muy complejo, único y exclusivo generalizar sobre estos temas cuando cada vida es un mundo y cada mundo contiene su universo.
Quizás estemos hipnotizados “no es para menos” con todos los estímulos que tenemos, cuando no es una cosa, es otra, cuando no me ocurre a mí, te ocurre a ti y cuando tú y yo estamos bien, le ocurre a otro, no tenemos más que conectarnos a cualquier red de información para ver todo lo que aún nos queda por hacer, por aprender y sobre todo por trascender.
TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A ROMA
“Todos los caminos conducen a Roma” quiero usar esta famosa frase cómo metáfora para ampliar esta perspectiva e invitaros a reflexionar. Ya se sabe que cada uno de nosotros estamos en el camino, todos y cada uno de nosotros venimos a este mundo con una información exclusiva de su linaje, por lo tanto, de nacimiento ya venimos con un propósito familiar debajo del brazo. Tenemos que tener en cuenta, que disponemos de neuronas espejo que son las que proyectan todo nuestro mundo interno al externo, recreando así nuestra propia película interior hacia fuera y si a esto le añadimos el alto contenido de archivos que nuestro cerebro conserva muy bien para formar una identidad “yo” que va a ser la protagonista de nuestra biografía (los recuerdos, la educación, la cultura, la sociedad, la familia…) Ya tenemos nuestra película montada, solo necesitamos quien nos la compre. Sin embargo, aunque consigas venderla, nunca va a ser suficiente para sentirte un ser completo.
Creer que los demás te creen, te puede ayudar en un momento dado, pero eso no te va a hacer sentirte un ser completo si tú no te reconoces antes.
Sea la circunstancia que sea que estés atravesando, sea cual sea el colectivo con el que te sientas identificado, sea cual sea las experiencias por las que hayas transitado, sea cual sean tus circunstancias, tienes dos opciones, rechazarlas y buscar fuera o aceptarlas y buscar dentro.
Todos estamos en el camino, hay quien siente que nace en un cuerpo que no le corresponde o quien siente que lo que siente no debería de ser sentido, también está el que piensa que lo que piensa no debería ser pensado o incluso el que siente y piensa que lo que piensan y sienten es lo que deberían pensar y sentir los otros… existen todas las posibilidades.
Si todo puede ser, puede ocurrir y podemos experimentarlo, ¿para qué resistirse?. Te propongo un reto, acepta lo que te ocurre, acepta quien eres, acepta tu experiencia y desde ahí observa la película que estás mirando. ¿Crees que puedes convertir tu película de miedo en otra más agradable donde haya un desenlace de amor?
Todos tenemos la posibilidad de mirar a dentro, de observar las áreas de nuestra vida que no están en la energía que nos merecemos y responsabilizarnos de nosotros mismos.
El amor comienza dentro de cada uno de nosotros, permitirnos ser, es liberar a nuestro linaje, amar lo que somos, es expandir conciencia, perdonar, es comprender para aprender y trascender.
Se trata de construir una vida consciente, en donde el amor a ti mismo te coloque en el lugar que siempre has querido estar, agradeciendo el cuerpo que has encarnado, aceptando las experiencias que has vivido, comprendiendo que el perdón y el autoconocimiento solo pueden llegar cuando abres tu mente a todas las posibilidades.
Ponte en tu kilómetro 0 y elige amarte a ti mismo, ya que será el camino que te conducirá a la autopista para que llegues antes a Roma y por fin te encuentres con el Amor.